Por: Luis Santa Cruz

Fotos: Vogue

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Este año ha sido muy difícil para las marcas de moda, una de las muchas industrias golpeadas por la pandemia.

Sin embargo, el show debe continuar, y Christian Dior ha sido una de las pocas casas que se ha reinventado para esta temporada - Alta costura Otoño 2020, que ha pasado en su totalidad a una versión online, algo muy inusual para este tipo de pasarelas.

Savoir Faire

Similar a lo que paso al final de la segunda guerra mundial, donde a falta de materiales los diseñadores decidieron vestir muñecas para mostrar sus diseños.

Dior decidió hacer lo mismo para esta temporada. En lugar de los pomposos desfiles en Paris, Maria Grazia Chiuri decidió lanzar la colección a través de un cortometraje realizado por Matteo Garrone. En este aparecen, pequeños maniquíes que son mostrados a diferentes criaturas mágicas. Estos mini- maniquíes serán llevados por todo el mundo a través de un trunk show, para ser mostrados a los medios y clientes.

Que el formato sea pequeño, no significa que sea una colección pequeña o con menos detalle. Todo lo contrario, se mantiene el mismo nivel de acabado y calidad característico de una colección de alta costura Dior. El resultado son 37 exquisitos diseños basados en las musas feministas de Maria Grazia: Lee Miller, Dora Maar, and Jacqueline Lamba.

Las tendencias

En esta temporada es claro que, Maria Grazia quiso salirse de lo convencional, no solo en la forma de presentarla, sino, también en todos los aspectos de la colección.

Tenemos siluetas entre las que destacan, las cinturas ceñidas con faldas y mangas voluminosas. Algo muy inusual en ella, que nos tenía acostumbrados a siluetas casi rectas y ceñidas al cuerpo. El cambio es bienvenido, y es bueno verla experimentar.

También es inusual en ella el color. Si bien tenemos muchos looks monocromáticos: negros, grises y dorados que son muy distintivos de ella. También se arriesgó a usar un poco más de color, y podemos encontrar brocados, bordados en lentejuelas multicolor y patrones que le agregan dimensión, brillo, color y ese punch, para que los diseños no se vuelvan repetitivos.

Igualmente, de novedoso es la experimentación con las telas pesadas como sedas, lana, brocados, tafeta y rasos, que contrastan con telas más livianas como gasas y organzas. Que, en esta ocasión, ya no son transparentes, pero sin perder ese toque femenino tan característico de la casa. Lo más hype han sido los bordados de lentejuelas, que le dan vida y dimensión a los vestidos, creando un efecto de plisado único en los looks.

Es increíble poder ver la evolución de Maria Grazia Chiuri y su posibilidad de aprender, reinventarse y arriesgarse a probar nuevas cosas. Siempre manteniendo la herencia de Dior. Sin duda, esta es una colección que dará mucho de qué hablar, de una manera muy positiva.