Por: Danu Bracamonte

Fotos: Vogue

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Con una exhibición que invita a cuestionarnos el futuro, y rendirnos ante un mundo más sostenible, Ronald Van Der Kemp presentó Wardrobe 12, una experiencia multimedia de once minutos.

Durante, el segundo día de las presentaciones digitales de la Semana de la Moda de Alta Costura, el diseñador holandés volvió a expresarse sobre la importancia del upcycling, y mostró un reflejo del tiempo en el que vivimos. Ya habíamos escuchado hablar de él, el pasado mes de abril, cuando en la ciudad de Ámsterdam y en pleno confinamiento, presentó Army of Love.

Mediante ocho videos cortos y veintisiete piezas únicas, gender-fluid fue realizado a partir del reciclaje de telas de diseños anteriores. El diseñador reforzó su ADN y mostró a la Alta Costura en una mejor versión: perdurable, ética y sostenible.

A diferencia de presentaciones pasadas, donde la estética se mostró más limpia y ordenada. En esta ocasión, hubo menor presencia de color, y como resultado del patchwork, la paleta fue más amplia y en tonos vibrantes.

La excentricidad de los diseños generó una atmósfera teatral que, junto con el maquillaje de los modelos, lograron evocar la melancolía que despierta lo circense.

A esto lo potenció, con siluetas exageradas y de gran volumen, combinación de estampados, mangas abullonadas, texturas variadas, lunares, flores estampadas y a veces aplicadas, telas metalizadas, sedas y denim, que nos remitieron al espíritu de los años 80, donde todo era válido y no había reglas marcadas.

Una vez más, Van der Kemp se las ingenia para demostrar que no siempre se necesita algo nuevo para mantenerse interesante, y transmitió un mensaje contundente y esperanzador: “…Deberían construirse un look con piezas vintage que conservan y aprecian, y comprar con conciencia. Quiero cambiar el mundo de manera positiva”.